miércoles, 20 de octubre de 2010

Aconcagua (Plaza de Mulas - Canadá) 2010 IV

Plaza de Mulas, días de engorde.. desayunos, almuerzos, meriendas y cenas, todo matizado con grandes discusiones de política. No aprendo más..
Porteo a Canadá (5020) benzina, grampones, y comida. Salimos alrededor de las 10 de la mañana y llegamos a las 13. Fue bastante duro por la carga. Dejamos todo, armamos un espacio con piedras para cuando mañana regresemos podamos armar las carpas, subimos un poco más los grampones (para evitar que nos los roben), comimos algo y regresamos a Plaza de Mulas.




Tengo frío. ¿Por qué, entonces, esta fuerza interior insobornable que me hace seguir mirando hacia arriba, cargando este peso y soportando este frío? El Aconcagua es la medida de nosotros mismos dice el libro de Jait; de a ratos pienso que mi medida está en Canadá.

Enero no está siendo gentil con nosotros.

Llevo varios días cagándome de frío por varias razones que se pueden sintetizar en una: hace mucho frío. Es incómodo dormir en una carpa durante mucho tiempo; más incómodo en una carpa para dos personas en la que duermen dos personas. A veces duele la cabeza, la garganta y algunos huesos; dolores de viejo y dolores de altura. Hincho las bolas todo el tiempo que si tendré rales crepitales.., me auscultan y me dicen que no. Esta mierda se ha convertido en una obsesión y todo el tiempo mi cabeza me hace pensar. Estos rales, son ruidos finos, secos, crepitantes, no musicales. Se escuchan durante la inspiración, en los campos pulmonares periféricos, e indican enfermedad de la pequeña vía aérea. Se pueden escuchar más claramente después de toser; cosa que nadie hace para no tener que quedarse en observación. Nunca en mi vida vi tanta gente escapar de los controles médicos. Nadie se deja escuchar los pulmones. Creen que así alejan la posibilidad del edema pulmonar.

El dolor es un objetivo a superar en la aventura. Una vez atravesado, la montaña deja también sus generosos espacios para el disfrute, que los hay.
Lo cierto es que me siento absolutamente desmotivado y resulta que mañana por la mañana tengo que volver a subir de Mulas a Canadá, con la mochila pesada (ahora viene la carpa). Subir y ya no bajar.

Pasaremos la noche en Canadá a 5050 metros y, tras un día para reponernos, después saltaremos a Nido de Cóndores a 5400 metros. Ahí estaremos dos días y esperaremos condiciones para ir a Berlín o a Cólera a 6000 metros, para luego al día siguiente a la cumbre, si es que este cerro nos ofrece tal cosa y si es que nuestras piernas y corazones tienen resto para asumirlo.


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La única manera de conocer los límites de lo posible en uno es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo que a veces parece imposible. Actuar sin temores o quedarme paralizado dejando pasar de largo "valiosas" oportunidades. Valoro mis cualidades, mis logros y capacidades, y fomento cualidades positivas. Analizo mis límites, intento superarlos o aceptarlos si no es posible. De esto se tratan mis historias.

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