jueves, 26 de abril de 2012

Volver a correr


Hacía algunos días que no lograba salir a correr; me levantaba; me tomaba mi café expresso, chequeaba la compu, y dejaba correr lo minutos.., pero nada; no había ganas.., peor.., me sentía con "culpa".

Hace unos días estuve de viaje en el noreste de Argentina; mucha humedad y 30° de temperatura, salí un día a rodar, hice 10k. tranquilos, pero regresé sin fuerzas.

En estos días cargadas de trabajo laboral y familiar; llegó el día en que pensé que la rutina me absorbía; pero ayer en plena faena para sacar al viejo a flote (74 años, médicos, radiculopatía severa, posible bajón anímico, etc..) lo sentí muy agradecido por el esfuerzo y me volvió el "alma" al cuerpo. Sentí por primera vez la alegría de quien está siendo ayudado; el agradecimiento puro, le sentía la voz de felicidad por saberse acompañado y eso dispara dentro mío las ganas de correr nuevamente.


Está mañana me desperté, me tomé mi cafecito expresso y salí a rodar nuevamente con ganas. Regresé lleno de endorfinas; no por los tiempos, sino simplemente por haber salido.

La “droga” para que lograr la felicidad son unas pequeñas proteínas que actúan como neurotransmisores de placer. Te sirven para luchar contra el dolor, entre otras muchas cosas, y, sobre todo, para ser feliz

Correr me hace más feliz. Esa máxima que está científicamente probada. La “culpa” la tienen las endorfinas, o, lo que es lo mismo, unas pequeñas proteínas que “nacen” desde una parte del cerebro llamada hipófisis. El ejercicio físico me ayuda a sentirme mejor, porque me estimula la producción de endorfinas.

Dicen que estos químicos naturales producen una analgesia natural, y estimulan los centros de placer en el cerebro que nos dan sensaciones felices y nos alivian de los dolores y del malestar y obvio esto me pasa a mi. Además, también nos protegen contra los virus y las bacterias que invaden nuestro organismo. Eso sí, las endorfinas tienen una vida corta, ya que ciertos enzimas de nuestro organismo las “liquidan”. De este modo, se mantiene un equilibrio interior en nuestro cuerpo.

He leído algunas cosas sobre estoy algunos hablan de que una forma de generar endorfinas es riendo; así que yo corro escuchando algún programa de radio divertido; siempre en contacto con la naturaleza y no falta el recorrido por la Reserva Costanera Sur. Hay que recordar buenos momentos del pasado; o imaginar situaciones agradables y para esto nada mejor que una radio que fomente la imaginación..

Cuando llego a casa siento dolor; pero ese dolor que produce el cuerpo es capaz de producir un “contra dolor” como respuesta para mitigar el efecto de un dolor mayor.

Los días soleados (primaverales) son lindos, pero también me gustan los frescos con algo de bruma del otoño porteño.

ps: el sexo y el café también me producen endorfinas.




martes, 3 de abril de 2012

Micah True

hace apenas algunas semanas terminé de leer el libro "Born to run" (Nacido para correr); un libro donde todo el tiempo está la búsqueda de una respuesta.. por qué corre uno.., Christopher MacDougall, el autor busca y  encuentra a la tribu de los mejores corredores de larga distancia del mundo, aislados por el terreno más abrupto de América del Norte; los misteriosos tarahumaras de las barrancas del cobre en México. Guardianes de un arte perdido; durante siglos han seguido técnicas que les permiten correr cientos de kilómetros sin descanso y perseguir desde un ciervo hasta un maratonista olímpico y encima disfrutar.. erminé el libro con un secreto a voces.. el secreto de la felicidad está a mis nuestros pies.. 

El autor se cruza también con Micah True, conocido por su sobrenombre de “Caballo Blanco”.. hoy leo que Micah True, de 58 años de edad, fue encontrado muerto en la zona montañosa del Gila National Forest. 
Micah True era uno de los corredores con más bagaje en el mundo de las carreras por montaña; y todo un capítulo le fue dedicado a él en uno de los mayores best-sellers del mundo del Trail Running, que acabo de leer.. (“Born to Run”).

Una de las últimas actualizaciones del corredor en su perfil de Facebook escribió (premonitoriamente?): “si se me va a recordar por algo, me gustaría que fuera por mi autenticidad. No más. ¡Libre para correr!”. Descansa en paz Micah.


La única manera de conocer los límites de lo posible en uno es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo que a veces parece imposible. Actuar sin temores o quedarme paralizado dejando pasar de largo "valiosas" oportunidades. Valoro mis cualidades, mis logros y capacidades, y fomento cualidades positivas. Analizo mis límites, intento superarlos o aceptarlos si no es posible. De esto se tratan mis historias.

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