martes, 17 de diciembre de 2013

46 años

El bien estar no es un accidente. Se puede tener más todavía si uno toma conciencia de lo que está haciendo y de lo que está dejando de hacer, y asume el compromiso de cambiar lo que no le gusta. No me puedo quejar. Los primeros cuarenta y seis años han tenido todo tipo de experiencias, he conocido a personajes realmente interesantes, he visto lugares increíbles, me sigo riendo mucho, he hecho lo que he querido en casi todos los momentos y he aprendido a tomar mis propias - buenas o malas - decisiones. Llego más o menos feliz, rodeado de gente maravillosa que - por extrañas razones - ha llegado y permanecido junto a mí a lo largo de todo el camino.

La única manera de conocer los límites de lo posible en uno es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo que a veces parece imposible. Actuar sin temores o quedarme paralizado dejando pasar de largo "valiosas" oportunidades. Valoro mis cualidades, mis logros y capacidades, y fomento cualidades positivas. Analizo mis límites, intento superarlos o aceptarlos si no es posible. De esto se tratan mis historias.

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