miércoles, 9 de junio de 2010

Un día cualquiera..

Se me ocurrió entrenar la vitalidad. Volví a correr, a esquiar.. a caminar por las montañas; al poco tiempo me encontré entrenando el peso de resistencia, más tarde me dí cuenta lo mucho que había mejorado el metabolismo anaeróbico y el resultado muscular. Mi dieta había variado y mi la producción energía ya no requería oxígeno adicional para poner a disposición de los músculos.

Me calcé una mochila y me encontré arriba de los 4000 metros, ascendiendo y descendiendo con 25 o 30 kg.

Al poco tiempo ya no eran "caminatas" de todo un día, sino fines de semana o viajes más largos. Me encontré pensando que si lo que quería, era ser bueno en subir montañas grandes con un gran peso, estaba bien subir montañas pequeñas con poco peso y trabajando los ascensos.

Claro que no iba a condicionarme subiendo cosas que no podía.., asi que intenté desde el principio hacer lo mejor que podía hacer. A veces sólo lograba moverse cómodo todo el día en terreno montañoso.

Un tiempo más tarde, me sentía mejor mentalmente para las expediciones. Entendía rápidamente que al empezar la subida siempre se está incómodo y que el cuerpo no va a cooperar facilmente. A veces hay que empujarse y poco a poco me dí cuenta que si uno no tiene la habilidad de hacer esto nos es más difícil tener éxito.

Uno puede estar en una carpa, por muchos días debido a una tormenta, entonces uno deberá dejar los consuelos en casa para experimentar un único desafío y una montaña notable. ¡El cerro siempre vale la pena!

Después de algunas salidas empecé a darme cuenta de quién soy, qué cosas me hacen mal, cómo mi cuerpo reacciona a algunos estímulos; en definitiva empecé a estar bien "conectado" conmigo mismo y esto me ayudó a tener más conocimiento y saber la diferencia entre necesitar empuje y el mal agudo de montaña, edema pulmonar o cerebral.

Éstos son problemas relacionados con la altura que deben reconocerse. Es posible que el empeño de uno vaya demasiado lejos y para seguridad del equipo, el guía principal siempre debe tomar una decisión final sobre quién necesita un día de descanso y quién continúa ascendiendo o quién desciende.

Algunos años después me veía investigando acerca de dietas que ayudaran a desarrollar la vitalidad y fuerza.. perdí verguenza y tuve mi nutricionista, un personal trainer y varios cientos de libros y artículos que me guiaron.. cuando me quise acordar cómo había empezado ya era tarde; un bichito me había picado y me encontraba por encima de los 4500 metros sobre el nivel del mar.

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La única manera de conocer los límites de lo posible en uno es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo que a veces parece imposible. Actuar sin temores o quedarme paralizado dejando pasar de largo "valiosas" oportunidades. Valoro mis cualidades, mis logros y capacidades, y fomento cualidades positivas. Analizo mis límites, intento superarlos o aceptarlos si no es posible. De esto se tratan mis historias.

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