Hacía algunos días que no lograba salir a correr; me levantaba; me tomaba mi café expresso, chequeaba la compu, y dejaba correr lo minutos.., pero nada; no había ganas.., peor.., me sentía con "culpa".
Hace unos días estuve de viaje en el noreste de Argentina; mucha humedad y 30° de temperatura, salí un día a rodar, hice 10k. tranquilos, pero regresé sin fuerzas.
En estos días cargadas de trabajo laboral y familiar; llegó el día en que pensé que la rutina me absorbía; pero ayer en plena faena para sacar al viejo a flote (74 años, médicos, radiculopatía severa, posible bajón anímico, etc..) lo sentí muy agradecido por el esfuerzo y me volvió el "alma" al cuerpo. Sentí por primera vez la alegría de quien está siendo ayudado; el agradecimiento puro, le sentía la voz de felicidad por saberse acompañado y eso dispara dentro mío las ganas de correr nuevamente.
Está mañana me desperté, me tomé mi cafecito expresso y salí a rodar nuevamente con ganas. Regresé lleno de endorfinas; no por los tiempos, sino simplemente por haber salido.
La “droga” para que lograr la felicidad son unas pequeñas proteínas que actúan como neurotransmisores de placer. Te
sirven para luchar contra el dolor, entre otras muchas cosas, y, sobre todo,
para ser feliz
Correr me hace más feliz. Esa máxima que está
científicamente probada. La “culpa” la tienen las endorfinas, o, lo que es lo
mismo, unas pequeñas proteínas que “nacen” desde una parte del cerebro
llamada hipófisis. El ejercicio físico me ayuda a sentirme mejor, porque me estimula la producción de endorfinas.
Dicen que estos químicos naturales producen una analgesia natural, y
estimulan los centros de placer en el cerebro que nos dan sensaciones felices y
nos alivian de los dolores y del malestar y obvio esto me pasa a mi. Además, también nos protegen contra
los virus y las bacterias que invaden nuestro organismo. Eso sí, las endorfinas
tienen una vida corta, ya que ciertos enzimas de nuestro organismo las
“liquidan”. De este modo, se mantiene un equilibrio interior en nuestro cuerpo.
He leído algunas cosas sobre estoy algunos hablan de que una forma de generar endorfinas es riendo; así que yo corro escuchando algún programa de radio divertido; siempre en contacto con la naturaleza y no falta el recorrido por la Reserva Costanera Sur. Hay que recordar buenos momentos del pasado; o imaginar situaciones agradables y para esto nada mejor que una radio que fomente la imaginación..
Cuando llego a casa siento dolor; pero ese dolor que produce el cuerpo es capaz de producir un “contra dolor” como respuesta para mitigar el efecto de un dolor mayor.
Los días soleados (primaverales) son lindos, pero también me gustan los frescos con algo de bruma del otoño porteño.
ps: el sexo y el café también me producen endorfinas.
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