La única manera de conocer los límites de lo posible en uno es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo que a veces parece imposible. Actuar sin temores o quedarme paralizado dejando pasar de largo "valiosas" oportunidades. Valoro mis cualidades, mis logros y capacidades, y fomento cualidades positivas. Analizo mis límites, intento superarlos o aceptarlos si no es posible. De esto se tratan mis historias.
martes, 11 de octubre de 2011
Ahora, a recuperarme.. (comiendo!!)
Ayer salí al menos dos veces a caminar; subí y bajé los dos pisos (altos) que hay para entrar y salir de mi casa y aproveché para comer y descansar.
En mi experiencia recuperarse de un maratón cuesta a veces más de una semana. Algunos dicen que la recuperación no es completa hasta después de un mes de la carrera.
El cansancio físico, el dolor muscular o la deshidratación provoca a veces que uno se olvide de alimentarse para recuperarnos de semejante esfuerzo.
Si bien durante los meses previos a la maratón es necesario llevar una dieta rica en carbohidratos, proteínas y grasas sanas, también es importante seguir el cuidado una vez cumplido el objetivo 42.195 con un buen descanso, hidratación y, por supuesto, seguir comiendo bien para recuperarnos sin problemas.
hay que cuidarse las vías respiratorias; aumentar los linfocitos T, anticuerpos e inmunoglobulinas. Recuperar sales minerales perdidas (sodio y el potasio) fáciles de encontrar en las frutas y jugos naturales.
Recuperar magnesio, para evitar calambres, manteniendo en mi caso la ingesta de clorofila (habitualmente como muchos verdes porque me gustan) y obviamente mi mejor amigo el hierro; el que me ayuda a subir montañas y se encarga de transportar oxígeno por mi sangre hasta los tejidos , (evitando que me sienta cansado)
Por último el zinc, mineral que se pierde en el sudor y en la orina después de una situación de estrés físico o psicológico como un maratón. Así que esta semana estaré de parabienes comiendo mariscos, cereales integrales, germen de trigo, levadura de cerveza y/o carnes rojas.
La única manera de conocer los límites de lo posible en uno es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo que a veces parece imposible. Actuar sin temores o quedarme paralizado dejando pasar de largo "valiosas" oportunidades. Valoro mis cualidades, mis logros y capacidades, y fomento cualidades positivas. Analizo mis límites, intento superarlos o aceptarlos si no es posible. De esto se tratan mis historias.
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